...Entró corriendo subió las escaleras vertiginosamente. La portera lo vió y se preocupó. Se dirigió al baño se miro al espejo y empezó con el puño a tratar de romper su imagén, ya no la queria ver más, mientras la sangre de
su mano gritaba desesperadamente en las paredes y dibujaba caminos largos y cortos como si fuese una representación perfecta de momentos devastadores de su vida. Tomó una silla se subió, e hizo que lo invada el silecio de una vez por todas. Cuando abrieron la puerta solo encontraron una silla volcada, pero el baño esta en perfecto estado. Los vecinos jamás volvieron a ver su rostro.
Fin.
Marce
Bienvenidos lectores y escritores
Este es un espacio creado para todos aquellos que realmente llevan un escritor o no, en su interior. La cualidad más importante de nuestro género radica en la fugacidad literaria por falta de tiempo.
viernes, 19 de octubre de 2007
Estaba harto de que los científicos como él se murieran de hambre. Una araña pollito que había visto en el plátano del parque le dio la idea. Por qué no hacer un pollo arañita con 8 patas y muslos. Corrió al parque al iniciar su experimento. Buscó a la araña. Los pollos no pican. A las arañas no le gustan los experimentos.
Fin.
Pe
Fin.
Pe
miércoles, 17 de octubre de 2007
martes, 16 de octubre de 2007
Aprovechó su ventaja corporal y lo hizo derrubarse casi desmayado por el golpe. Lo sujetó de los pelos, y a pesar de que lo dejó exhausto, se le notaba en los ojos el dolor de los capilares desprendiéndose ante los tirones.
Con la mano libre se abrió paso entre el desorden que habían dejado al pelearse. Los pasillos de la casa eran de por sí estrechos; y ahora peor por que estaba todo desordenado. Quedaba claro igual que no tenía tanta fuerza como para arrastralo; por eso tironeaba por demás de la cabellera. Finalmente y a pesar de ser casi un peso muerto logró llevarlo al baño y meterlo casi por completo en la bañera. Ya se disponía a seccionarle la cabeza con el cuchillo.
- Por qué ?? Rogó con el último aliento.
- Porque no hay mas remedio.
- ¿Seguro? ¿Miraste en la mesa de luz?
- No, ahí no miré. Ya vengo.
Y logró vivir otros dos minutos, mientras comprobaban que inexorablemente en la mesa de luz tampoco quedaban remedios.
Pablo S.
Con la mano libre se abrió paso entre el desorden que habían dejado al pelearse. Los pasillos de la casa eran de por sí estrechos; y ahora peor por que estaba todo desordenado. Quedaba claro igual que no tenía tanta fuerza como para arrastralo; por eso tironeaba por demás de la cabellera. Finalmente y a pesar de ser casi un peso muerto logró llevarlo al baño y meterlo casi por completo en la bañera. Ya se disponía a seccionarle la cabeza con el cuchillo.
- Por qué ?? Rogó con el último aliento.
- Porque no hay mas remedio.
- ¿Seguro? ¿Miraste en la mesa de luz?
- No, ahí no miré. Ya vengo.
Y logró vivir otros dos minutos, mientras comprobaban que inexorablemente en la mesa de luz tampoco quedaban remedios.
Pablo S.
De chico le gustaban muchos las abejas, las palomas, las águilas. En fin todo bicho que tuviera alas y pudiera levantarse del piso. Su maestra de biología solía contarle una historia "las abejas tienen las alas muy pegadas al cuerpo, físicamente hablando no podrían volar. Solo que ellas no lo
saben". Esa historia se repetía una y otra vez en su cabeza. Estudio mucho. Se preparó. Y tomo una decisión. Era martes, había sol y estaba lindo sin hacer mucho calor. Era un día perfecto. Entro al ascensor de esa torre justo en frente a Puerto Madero. Subió los 20 pisos en ascensor. Después siguió por las escaleras. La terraza era imponente, podía verse toda Buenos Aires desde allí.
El viento golpeo su cara y jugo con sus cabellos. El respiró hondo, tomo carrera y saltó. Era martes, había sol y estaba lindo sin hacer mucho calor, un día perfecto. Sintió el sol recorriéndole la espalda y el viento peinándole sus cabellos hacia atrás. Podía verse toda Buenos Aires desde allí.
Del Mar
saben". Esa historia se repetía una y otra vez en su cabeza. Estudio mucho. Se preparó. Y tomo una decisión. Era martes, había sol y estaba lindo sin hacer mucho calor. Era un día perfecto. Entro al ascensor de esa torre justo en frente a Puerto Madero. Subió los 20 pisos en ascensor. Después siguió por las escaleras. La terraza era imponente, podía verse toda Buenos Aires desde allí.
El viento golpeo su cara y jugo con sus cabellos. El respiró hondo, tomo carrera y saltó. Era martes, había sol y estaba lindo sin hacer mucho calor, un día perfecto. Sintió el sol recorriéndole la espalda y el viento peinándole sus cabellos hacia atrás. Podía verse toda Buenos Aires desde allí.
Del Mar
En la última mano de truco apostó su chancho y perdió.
Miró hacia el tractor herrumbrado y viejo con cariño.
El rancho estaba descuidado y el rostro de su mujer reflejaba el paso del
tiempo y un dolor antiguo, pero sus ojos todavía le respondían.
Saludó al horizonte haciendo un gesto con el sombrero y tomó a su mujer de
la mano.
Sin mirar atrás comenzó a caminar, había decidido ser feliz.
FIN
Ignacio S.
Miró hacia el tractor herrumbrado y viejo con cariño.
El rancho estaba descuidado y el rostro de su mujer reflejaba el paso del
tiempo y un dolor antiguo, pero sus ojos todavía le respondían.
Saludó al horizonte haciendo un gesto con el sombrero y tomó a su mujer de
la mano.
Sin mirar atrás comenzó a caminar, había decidido ser feliz.
FIN
Ignacio S.
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