Siempre ganaba. Dados, cartas, caballos. Hasta llegó a creer que tenía un
pacto con el demonio. El día en que decidieron jugar a la ruleta rusa,
habían tomado. Pero él estaba bien, confiado como siempre. Tan confiado
que pidió que a su arma le pusieran seis balas. Qué boludez.
Fin.
Pe
Bienvenidos lectores y escritores
Este es un espacio creado para todos aquellos que realmente llevan un escritor o no, en su interior. La cualidad más importante de nuestro género radica en la fugacidad literaria por falta de tiempo.
martes, 16 de octubre de 2007
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