En la última mano de truco apostó su chancho y perdió.
Miró hacia el tractor herrumbrado y viejo con cariño.
El rancho estaba descuidado y el rostro de su mujer reflejaba el paso del
tiempo y un dolor antiguo, pero sus ojos todavía le respondían.
Saludó al horizonte haciendo un gesto con el sombrero y tomó a su mujer de
la mano.
Sin mirar atrás comenzó a caminar, había decidido ser feliz.
FIN
Ignacio S.
Bienvenidos lectores y escritores
Este es un espacio creado para todos aquellos que realmente llevan un escritor o no, en su interior. La cualidad más importante de nuestro género radica en la fugacidad literaria por falta de tiempo.
martes, 16 de octubre de 2007
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