Apagó el cigarrillo y tiró los dados, frunció el ceño e hizo una mueca sin sentido.
Miró los rostros desencajados, los dientes plenos de violencia y transpiración, y recordó el sol, un corazón amigo a la distancia. Los tullidos y los que no tienen voz, creen que existió.
Ignacio Sanchez
Bienvenidos lectores y escritores
Este es un espacio creado para todos aquellos que realmente llevan un escritor o no, en su interior. La cualidad más importante de nuestro género radica en la fugacidad literaria por falta de tiempo.
miércoles, 10 de octubre de 2007
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